Dos nombres propios sobresalieron en la NBA la noche de ayer: Jeremy Lin y Serge Ibaka. Más allá de los números, ambos jugadores fueron decisivos en las victorias de sus equipos. Y es que el base visitaba New York City por primera vez desde su salida el pasado verano. Aplaudido en su mayor parte, Lin cuajó un excelente partido, anotando 22 puntos y repartiendo 8 asistencias, además de alcanzar un +18 en el +/- del partido, el mayor del encuentro. Con él en pista, los Rockets fueron muy superiores a los Knicks, sin Carmelo Anthony, y se llevaron con merecimiento la victoria, que supone la primera derrota de la temporada para los de Mike Woodson en el Madison Square Garden.
En el gran duelo de la jornada, dos de los mejores equipos de la liga se enfrentaban en Oklahoma: Thunder y Spurs. Ni Durant, ni Westbrook, ni siquiera Kevin Martin, el mejor de los locales (y del partido) fue Serge Ibaka. Con una serie inicial de 6/6 en tiros de campo, el congoleño con pasaporte español dio un auténtico recital ofensivo y defensivo, ya que aportó nada más y nada menos que 17 rebotes y 3 tapones que, sumados a los 25 puntos totales, hacen de Ibaka el mejor jugador de la noche de ayer.
Ricky Rubio volvió a jugar y así como su vuelta ante Dallas fue fulgurante, en el partido de anoche ante Orlando no pudimos ver la mejor versión del catalán. En 16 minutos aportó 0 puntos, 2 rebotes y 4 asistencias, además de 3 pérdidas de balón, en la derrota de los Timberwolves ante los Magic. Estuvo impreciso y falto de ritmo y Adelman ya ha adelantado que hoy, ante Miami, no disputará ningún minuto. Paciencia con Ricky.
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